Tienes un plazo de 20 días hábiles para impugnar un despido ante los tribunales. Este periodo comienza a contar desde la fecha en que se te comunica la decisión. Es importante actuar rápido, ya que, una vez vencido el plazo, perderás el derecho a reclamar. En nuestro despacho sabemos que el tiempo es clave, por lo que podemos iniciar el análisis de tu caso en 24 horas.